¿Cómo funcionan los supermercados autónomos?
Varias marcas del sector de la gran distribución ya han introducido y probado el sistema de pago sin efectivo, especialmente desde el periodo de pandemia. Entre ellas figuran Amazon, Auchan y Aldi. Pero, ¿cómo funciona exactamente?
Supermercados autónomos: principios generales
El principio del supermercado autónomo es el siguiente: pagar sin pasar por caja. Para ello se utiliza tecnología avanzada, que ofrece ventajas tanto a los clientes como a las tiendas. Los clientes ya no tienen que hacer cola, por lo que pierden menos tiempo.
Las tiendas también se benefician, porque pueden
- Atraer clientes a través de una experiencia de compra fluida;
- Reducir los costes de caja y de personal;
- Reducir la pérdida desconocida debida a hurtos, robos en las cajas de autoservicio o robos por parte de los empleados;
- Controlar los niveles de existencias en tiempo real;
- Analizar los datos posteriormente para ajustar las estrategias de venta.
Antes de profundizar en los supermercados totalmente autónomos, hay que saber que también existen tiendas semiautónomas que utilizan soluciones intermedias como :
- Cajas automáticas, ahora muy utilizadas en supermercados para cestas pequeñas;
- Escaneado por los clientes desde una aplicación móvil mientras compran;
- El carrito de la compra inteligente, compuesto por un escáner, una cámara, una báscula y una tableta de visualización, como el carrito Knap utilizado por E. Leclerc.
Obsérvese que el término "autónomo" podría sugerir que la tienda funciona de forma totalmente automática. Pero en realidad no es así. Se necesita personal para gestionar las existencias, manejar los equipos, garantizar la seguridad y ayudar a los clientes.
Cámaras en supermercados autónomos
Para ser funcional, un supermercado autónomo debe tener cámaras, colocadas de forma que puedan ver toda la tienda. Siguen a los clientes e identifican los productos que desean comprar.
Hay distintos tipos de colocación, según el sistema. La mayoría de las veces están en el techo, pero otras están integradas en las estanterías. Pueden ser fijos o colocarse sobre raíles.
También los hay más o menos numerosos. Las tiendas de Amazon, por ejemplo, utilizan un gran número de cámaras para superficies pequeñas, mientras que otras necesitan menos para superficies más grandes.
La tecnología que hay detrás de estas cámaras es muy avanzada y se basa en la inteligencia artificial. Es capaz de reconocer los artículos y los gestos de los clientes (meterlos en una bolsa, devolverlos a la estantería, etc.) y registrar una cesta virtual para cada uno. A menudo es objeto de patentes y características específicas propias de cada start-up.
Sin embargo, no utiliza el reconocimiento facial y no recoge información biométrica para cumplir los requisitos de protección de datos y privacidad.
Sensores
Las cámaras pueden ir acompañadas de sensores inteligentes.
En primer lugar, las básculas suelen estar integradas en las estanterías. Pesan los productos, lo que permite identificar cuándo se ha retirado uno de ellos. Esta técnica afina el análisis que hace la cámara de la situación de las compras.
También existen etiquetas electrónicas llamadas RFID (identificación por radiofrecuencia) que facilitan la identificación de las referencias. Consisten en un chip electrónico con una antena que funciona con un lector instalado a la salida de la tienda, escaneando todos los artículos de un cliente. A continuación, el chip sigue transmitiendo, pero la actualización de la base de datos del supermercado indica que el producto ha sido pagado, por lo que queda inutilizado.
Sistemas de pago
El corazón de la autonomía de los supermercados reside en el pago: debe ser lo más fácil y fluido posible. Según la elección que hagan las marcas, puede hacerse con o sin aplicación.
En este último caso, los clientes deben descargarla en su smartphone, crear una cuenta y registrar su tarjeta de crédito. En cuanto se dirigen a la salida, su cesta se valida automáticamente y se carga en su cuenta a través de la aplicación, o el pago se realiza manualmente en un quiosco. Por último, el recibo aparece en la aplicación tras el pago.
En algunos comercios, sin embargo, basta con una tarjeta bancaria. La elección puede incluso hacerla el propio consumidor, por ejemplo en Aldi Shop1Go en el Reino Unido y los Países Bajos.
Los supermercados autónomos, aunque todavía poco numerosos, ofrecen claras ventajas tanto a los clientes como a las empresas, gracias a la tecnología punta empleada (cámaras, sensores, inteligencia artificial) y a la extrema simplificación del acto de compra. Además, estos sistemas pueden combinarse con otros ya existentes, como los sistemas de gestión de pedidos en línea de los supermercados. Las cámaras controlan en tiempo real las estanterías y actualizan las existencias, de modo que el consumidor ya no tiene que sufrir la falta de artículos cuando recibe su pedido por falta de existencias.
También pueden conectarse a los sistemas de videovigilancia de los supermercados. Algunos programas informáticos funcionan sobre la misma base de reconocimiento de gestos, pero con una finalidad diferente. Este es el tipo de software diseñado por Veesion. Detecta actos que podrían ser robos y envía notificaciones en tiempo real a la persona responsable. Si tiene alguna pregunta sobre nuestra solución, póngase en contacto con nosotros Estudiaremos en detalle sus necesidades y su proyecto.
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