¿Cómo hacer frente a los robos de los empleados?

Las mermas son un verdadero azote para los minoristas. Aunque a menudo se debe a hurtos en las tiendas, los robos internos representan una parte importante de este lucro cesante. ¿Sospechas de alguno de tus empleados o le has pillado in fraganti? ¿Qué debes hacer al respecto? ¿Cuáles son tus derechos y opciones? He aquí algunas respuestas.

¿Por qué roban los empleados?

Hay muchas razones por las que los empleados pueden robar. Las más comunes son las siguientes:

• Para uso propio: robo de comida, maquillaje y todo tipo de material;
• Reventa: robo de equipos electrónicos, vino, ropa de diseño, materias primas, etc., que a menudo acaban en plataformas online de compra y reventa entre particulares;
• Problemas psicológicos. En particular, el ladrón no roba para sí mismo o para revender, sino que actúa compulsivamente;
• Deseo de perjudicar a la empresa o a un colega. En algunos casos, y a veces como consecuencia de una disputa, un empleado puede verse inducido a robar, por ejemplo para enemistar al jefe de la empresa o a un colega con el cliente que espera el producto, para desorganizar los departamentos o para obtener información comprometedora en el caso del robo de datos.

Así pues, los robos pueden adoptar muchas formas: dinero en caja, objetos, alimentos, pero también bienes inmateriales como contraseñas o información (cuentas de la empresa, datos personales, etc.).

Pueden afectar a los propios activos de la empresa, pero también a los bienes personales de un cliente, de usted mismo o incluso de otro empleado. En este último caso, usted es responsable como empresario.

Medidas preventivas e importancia de las cámaras de vigilancia

Antes de hablar del robo en sí, puede resultarte útil saber qué medidas preventivas existen. Como dice el refrán, más vale prevenir que curar.

El método más conocido y eficaz es instalar cámaras de vigilancia. Esto no sólo disuadirá a los ladrones, sino que también facilitará la detección de los robos y te proporcionará pruebas.

Sin embargo, antes hay que hacer una serie de cosas, entre ellas

• Obtener la autorización de la prefectura para instalar cámaras.
• Mantener a los empleados informados de la instalación.

También puedes optar por la videovigilancia para supermercados, por ejemplo, equipada con un software que reconoce los gestos sospechosos. Es el caso del desarrollado por Veesion. Te avisará en cuanto un empleado o un cliente se meta indiscriminadamente un objeto en el bolsillo o en el bolso, mire insistentemente a su alrededor, abra un producto, etc.

También hay otras formas de evitar los robos por parte de los empleados: cajas inteligentes equipadas con un software de control específico, etiquetas RFID que permiten rastrear los productos, almacenamiento de mercancías en una zona protegida, control del trabajo de los empleados por ti mismo o por tus compañeros, o llevar un registro muy preciso.

¿Estás autorizado a instalar una cámara oculta?

El uso de herramientas de vigilancia de los empleados está sujeto a controles estrictos. Pueden atentar contra la intimidad. Sólo se pueden instalar cámaras para filmar entradas y salidas, salidas de emergencia, vías de circulación o la caja, pero no al cajero. También está prohibido filmar puestos de trabajo, zonas de descanso, aseos o locales sindicales. Las pruebas obtenidas por medios ilícitos no serán admisibles.

Por otra parte, como empleador, tienes otras posibilidades de verificar determinados elementos, en particular comprobar los documentos de la empresa (y no los personales) en las oficinas, el uso de Internet y de equipos informáticos, los correos electrónicos y mensajes de texto de la empresa y la geolocalización del empleado. También puedes registrar a los empleados si han dado su consentimiento, si se les ha informado de su derecho a negarse y a solicitar la presencia de otras personas, y si se respeta la dignidad de la persona.

¿Qué debes hacer si se demuestra el robo de tu empleado?

Ante todo, debes demostrar que el empleado ha cometido efectivamente un robo, por ejemplo mediante cámaras de vigilancia en el marco de la ley (como acabamos de explicar), un sistema de escuchas o archivos informáticos profesionales. Sin embargo, no tienes derecho a seguir a tu empleado ni a registrar sus efectos personales o sus datos.

Una vez que tengas las pruebas en tu poder, puedes optar por despedir al empleado. Este procedimiento aparta al empleado de la empresa durante cierto tiempo si ha cometido una infracción grave, a la espera de una decisión definitiva. Dispones de dos meses para hacerlo, a partir del momento en que tengas conocimiento de los hechos. A continuación se celebra una entrevista con el empleado para que explique de qué se le acusa y se justifique. Esto puede dar lugar o no a un despido por falta grave.

Si el perjuicio económico es importante o si el caso es muy grave, puedes presentar una denuncia. En este caso, tendrás que reunir un sólido expediente de pruebas (vídeos, declaraciones de testigos, documentos, etc.), preferiblemente con la ayuda de un abogado experto en la materia. A continuación, presenta una denuncia ante la policía, que se hará cargo del caso y llevará a cabo una investigación.

¿A qué se arriesga el ladrón?

Si no presentas denuncia, tú mismo eliges la sanción disciplinaria. Puede ir desde un apercibimiento o amonestación hasta el despido, el traslado o el descenso de categoría. Por supuesto, esta decisión debe seguir todos los procedimientos obligatorios establecidos por la ley y/o por el convenio colectivo.

En conclusión, la lucha contra el robo en todas sus formas es esencial para el buen funcionamiento de tu empresa. Los daños pueden ascender a varios cientos o incluso miles de euros, dependiendo de tu negocio y de la categoría de los productos robados. Pero siempre es difícil reaccionar con lucidez cuando el robo lo comete uno de tus empleados de confianza. Con esta visión general de las causas de los robos, las medidas preventivas como el software de videovigilancia basado en IA de Veesion, las acciones que tienes derecho a emprender y los límites legales (cámaras, registros, documentos y llamadas comerciales, etc.), así como las posibles sanciones, dispondrás de toda la información necesaria para tomar cartas en el asunto y actuar con eficacia para garantizar la supervivencia de tu empresa.