¿Cuál es la rebaja conocida en la tienda?

Una buena gestión de las existencias es esencial en el sector minorista. Sin embargo, no es infrecuente que los inventarios revelen discrepancias significativas entre la mercancía realmente almacenada y el volumen teórico. Averigua más sobre las reducciones de precio conocidas y cómo tenerlas en cuenta a la hora de gestionar su negocio.

¿Qué es una reducción del precio?

El término reducción del precio se utiliza en el sector minorista. Se refiere a la diferencia entre la cantidad teórica de mercancías disponibles en stock y la cantidad realmente en stock.

Las rebajas pueden tener varias causas: pérdidas por hurtos, errores de inventario, devoluciones de clientes, errores de entrega, productos caducados o dañados, etc.

Las rebajas repercuten en el volumen de negocio de los minoristas. Por eso es crucial gestionarlo eficazmente: un exceso de rebajas generará pérdidas significativas para el negocio, y también puede interpretarse como un signo de mala gestión de las existencias o de estrategias de venta ineficaces.

Diferencias entre rebajas desconocidas y conocidas

Existen dos tipos de reducción del precio: la reducción desconocida y la reducción conocida.

Rebajas desconocidas

La reducción desconocida, también conocida como pérdida desconocida o reducción inexplicable, representa la diferencia entre las existencias teóricas de mercancías y la cantidad real determinada durante un inventario. Esta diferencia no tiene una explicación precisa y puede haber sido causada por diversos factores:

• Robos de productos: hurtos en tiendas o robos internos (clientes y/o personal).
• Errores administrativos: errores de introducción de datos, errores de inventario, errores del sistema de gestión de existencias, etc.
• Errores en la preparación de pedidos a proveedores.
• Errores de etiquetado y de caja.
• Mercancías dañadas que no se han retirado de las existencias.

Rebajas conocidas

Las rebajas conocidas son reducciones voluntarias del valor de los productos por parte de un minorista. Pueden ser el resultado del deterioro físico de los productos (por parte del personal o de los clientes) y/o de cambios en los precios. Esta última es una estrategia habitual destinada a mejorar la gestión de las existencias, atraer a los clientes y aumentar las ventas.

Las rebajas conocidas pueden adoptar diversas formas:

• Promociones para atraer clientes y aumentar las ventas.
• Rebajas para liquidar artículos de fin de existencias.
• Ventas de liquidación para liquidar las existencias antes de que la tienda cierre definitivamente.

Si las rebajas no se gestionan adecuadamente, pueden afectar negativamente a la rentabilidad de la empresa. Un exceso de promociones o una tasa de roturas (tasa de pérdidas) mal controlada, por ejemplo, podrían reducir los márgenes de la empresa. Por ello, los minoristas deben vigilar de cerca las rebajas conocidas.

¿Cómo puedes reducir su índice de rebajas conocidas?

Controla tus existencias

• No almacenes de más ni de menos.
• Garantiza una alta rotación de existencias.

Registrar las roturas

Registra las roturas diarias por ordenador: productos abandonados en las estanterías por los clientes, productos dañados, etc.

Controlar las entregas

• Supervisar las entregas para asegurarse de que los productos se ajustan a los pedidos.
• Anotar los productos que falten, estropeados, rotos, próximos a su fecha de caducidad, etc.

Realizar compras con conocimiento de causa

• Asegúrate de que el volumen de productos pedidos es coherente con el potencial de ventas.
• Configura tus herramientas informáticas para gestionar los pedidos (establece un stock mínimo, un stock teórico correspondiente al stock real).
• Ten en cuenta el calendario (vacaciones escolares, días festivos, temporadas, etc.).
• Ten en cuenta la importancia de los días y semanas de consumo (un martes será un día menos frecuentado que un sábado, o la última semana del mes será menos favorable para las compras).
• Vigila las condiciones meteorológicas (algunos productos son más sensibles que otros, según el clima).
• Ten en cuenta los precios de los productos.
• Ajusta los pedidos en función de las promociones, descuentos y rebajas.

Replantearse la disposición de los estantes

• Coloca los artículos más susceptibles de ser robados en zonas bien vigiladas (cerca de las cajas y/o en el campo de las cámaras de vídeovigilancia de los supermercados, por ejemplo).
• Optimiza el merchandising resaltando determinados artículos.
• No retires los productos de los estantes demasiado pronto.
• Optimiza la gestión de los productos no vendidos y de los que se acercan a su fecha de caducidad aplicando reducciones de precio.

Fijar buenos precios de venta

Asegúrate de tener una política de precios coherente comparando con la competencia y analizando tus propios márgenes.

Adaptarse a los clientes

Conoce los hábitos y preferencias de tus clientes para fidelizarlos comprando productos que les gusten.