¿Cómo puede ayudar la inteligencia artificial a prevenir los robos en farmacia?

Las farmacias no están a salvo del robo en establecimiento comercial. Esta plaga obliga a las farmacias a equiparse con un dispositivo de seguridad y cámaras de vigilancia. Pero, ¿qué hacer cuando no se puede echar un ojo a las pantallas de control de forma permanente? ¿Cómo saber si una persona está realmente cometiendo un robo? La IA puede ayudar a los farmacéuticos a resolver estos problemas.

Robo en farmacia: una plaga del día a día

Son muchos los farmacéuticos que informan de delitos de robo en tienda diariamente. Entre los artículos más codiciados de  farmacia, hay que citar los productos para bebés (pañales, leches infantiles), los productos de higiene o incluso de cosmética.

Los productos de libre acceso son así un problema real para los farmacéuticos, que deben invertir en un dispositivo de seguridad importante: arcos de seguridad, etiquetas antirrobo, cámaras de vigilancia. Todo ello tiene un coste y no garantiza la protección contra el robo.

De hecho, se pueden implementar distintas estrategias para perfilar el dispositivo de seguridad (bolsas y otro sistema de interferencia antirrobo). Esto tiene un impacto directo en la pérdida desconocida y, como consecuencia, en el volumen de ventas de la farmacia.

En cuanto a las cámaras, los farmacéuticos y sus colegas no siempre tienen la posibilidad de controlarlos. Su atención está, ante todo, destinada a sus clientes. No siempre es posible tampoco contratar personal de seguridad. En este contexto, recurrir a la IA se presenta como una buena solución para ayudar a los responsables de farmacias.

Solución IA para protegerse del robo en una farmacia

Gracias a la IA, es posible ser advertido en caso de robo en tienda en proceso, sin tener que vigilar una pantalla. ¿Cómo funciona?

Detección en directo de robos en farmacia

Es necesario que la farmacia esté equipada con cámaras de vigilancia. El software Veesion se instala en el grabador de vídeo incluido con las cámaras. Por tanto, no es necesario invertir en equipos adicionales. El software puede configurarse para funcionar tanto de día como de noche.

Para detectar los gestos del robo, el software utiliza un algoritmo que analiza las imágenes en directo. En cuanto se detecta un gesto sospechoso, el farmacéutico recibe una alerta de vídeo en su Smartphone, su tableta o su ordenador. Entonces, puede detener al sospechoso, con el vídeo como prueba, y pedirle que devuelva los productos robados.

En caso de delito flagrante demostrado, el responsable de la farmacia puede recurrir a un agente de policía judicial para que el sospechoso sea detenido. Tiene la posibilidad de presentar una denuncia a la guardia civil o en una comisaría de policía o bien directamente por correo ante el fiscal de la República.

Un reconocimiento de gestos y no de rostros

La IA permite detectar comportamientos sospechosos analizando los gestos del robo y no el rostro de una persona. No se trata de reconocimiento facial. Esta tecnología no atenta contra la privacidad de los clientes presentes en la farmacia.

La IA no intenta establecer la identidad de las personas que entran y salen de la farmacia. Esta analiza únicamente los gestos de las personas y únicamente si parecen sospechosos, se envía una notificación al farmacéutico. Estos gestos sospechosos pueden ser, por ejemplo, una mano que desliza objetos en los bolsillos de una prenda.

En resumen, la inteligencia artificial es una tecnología que se puede utilizar para ayudar a los farmacéuticos a protegerse contra el robo en tiendas. Se instala directamente en el equipo de seguridad ya instalado y analiza las imágenes en directo. No son los rostros de las personas los que se analizan, sino sus gestos. En caso de comportamiento sospechoso, se envía una notificación al responsable de seguridad. Después, este puede intervenir para enfrentarse a la persona sospechosa, con el vídeo como prueba. Los productos pueden así ser devueltos y el farmacéutico tiene la posibilidad de presentar una denuncia.