Cámaras de vigilancia en tienda: Cómo respetar la privacidad de los clientes al mismo tiempo que se garantiza su seguridad

La videovigilancia forma parte del dispositivo de seguridad de muchas tiendas, ya se trate de comercios de proximidad o de supermercados. Pero, ¿cómo conciliar seguridad y respeto de la privacidad de los clientes? Enfoque en los puntos que se deben respetar en cuanto al uso de cámaras de vigilancia.
¿Por qué instalar un dispositivo de videovigilancia en una tienda?
Estos últimos meses, la inflación y el coste de la vida han provocado un aumento de los robos en tiendas. Para los comerciantes, este delito es el motivo principal de la pérdida desconocida. Todos estos elementos tienen, por lo tanto, un impacto negativo en el volumen de ventas y los comerciantes buscan soluciones para protegerse de ellos.
La solución más fácil es la instalación del dispositivo de cámaras de vigilancia. Sin embargo, según la superficie de la tienda, también es necesario contratar personal para controlar las pantallas. Este personal de seguridad también se encargará de detener a los individuos sospechosos de robo. Para llevar a cabo estas intervenciones, los agentes de seguridad deben poder contar con pruebas, como las grabaciones de vídeo.
Pero el ojo humano no es infalible: puede haber malentendidos o acciones que no se vean. Por estos motivos, recurrir a la inteligencia artificial (IA) puede ser de gran ayuda para protegerse contra el robo en tiendas.
La instalación de este dispositivo de seguridad completo es compatible con el respeto de la privacidad de las personas.
Instrucciones sobre la disposición de las cámaras de vigilancia para respetar la privacidad de los clientes
La CNIL (Comisión nacional de informática y de las libertades) recuerda a los comerciantes que existe una normativa sobre la videovigilancia en tiendas. Se trata de la que se aplica en lugares abiertos al público. Se deben recordar varias normas.
Presentar una solicitud ante el prefecto
Antes de cualquier instalación de cámaras de vigilancia en una tienda, el responsable debe solicitar autorización. Existe un formulario para rellenar y enviarlo al prefecto del departamento o al prefecto de policía de París.
Informar al personal y a la clientela de la presencia de cámaras de vigilancia
Si el comerciante colabora con personal, este debe señalar a los órganos de representación su voluntad de instalar cámaras en el lugar de trabajo. La CNIL recuerda que está estrictamente prohibido al empleador utilizar la videovigilancia para vigilar el trabajo del personal.
Los clientes deben estar informados de la presencia de cámaras de vigilancia en la tienda. Se debe colgar un cartel permanente con la información claramente legible:
- Finalidad del tratamiento y tiempo de conservación de los datos;
- Recordatorio de los derechos de los clientes en materia de datos personales;
- Persona con quien se debe contactar para ejercer el derecho de acceso a las imágenes;
- etc.
Lugares donde está estrictamente prohibido instalar cámaras
Los comerciantes no pueden instalar cámaras donde ellos quieran. Estas están estrictamente prohibidas en los probadores y en los baños. La CNIL recomienda colocar cámaras en las zonas de circulación y las zonas comerciales.
Personas autorizadas a consultar las imágenes
Las imágenes no deben ser accesibles libremente. El responsable de la tienda y el personal de seguridad son los únicos que pueden consultarlas. La CNIL indica que es posible instalar una pantalla de visualización en directo, visible por todos, en la entrada de la tienda.
Tiempo de conservación de las imágenes grabadas
El tiempo de conservación de las imágenes y de las grabaciones de vídeo debe tener en cuenta las finalidades de tratamiento. La CNIL recuerda que, en general, son suficientes unos días para realizar verificaciones. Recomienda no superar un tiempo de conservación de un mes.
Recurrir a la inteligencia artificial para detectar los gestos relacionados con un posible robo
Esta tecnología es compatible con la protección de la privacidad de los clientes, ya que no se trata, de ninguna manera, de un sistema de vigilancia basado en el reconocimiento facial.
¿Cómo funciona la IA integrada en cámaras de vigilancia?
Un sistema de videovigilancia en tiendas clásico consiste, básicamente, en cámaras y un grabador de vídeo, todo controlado por personal de seguridad. Para ayudar a los agentes de seguridad a detectar un posible robo en tienda, la IA analiza los gestos y el comportamiento de las personas. Por lo tanto, no se trata de analizar el rostro de los clientes para identificarlos.
Concretamente, se trata de instalar el software Veesion en el grabador de vídeo y configurarlo según las necesidades (los 7 días de la semana, las 24 horas del día). El software se adapta a una o a varias cámaras según el dispositivo instalado en la tienda. Un algoritmo permite analizar las imágenes de videovigilancia en directo. Se basa en tres pilares:
- La detección de presencia humana;
- La localización de las extremidades del cuerpo del individuo;
- El reconocimiento de objetos de interés. Los objetos de interés son los susceptibles de contener artículos ocultos (un carrito, una mochila, una bolsa de la compra o incluso un bolso).
Esta tecnología estudia las probabilidades de que los gestos se relacionen con un intento de robo en tienda.
Detección de anomalías para una intervención del personal de seguridad
Cuando las probabilidades de un robo en tienda (en proceso) son altas, esto constituye una anomalía. Entonces, se envía una alerta de vídeo a la persona encargada de la seguridad y autorizada para intervenir ante el individuo sospechoso.
El agente de seguridad puede, si lo desea, intervenir en la tienda o bien en el momento de pasar por caja. Gracias a la IA, por una parte, aumenta su capacidad para proteger la tienda del robo y, por otra parte, puede reaccionar rápidamente. Las grabaciones de vídeo constituyen pruebas que el agente puede enseñar a la persona sospechosa.
Protección de la privacidad de las personas
Las alertas de vídeo enviadas por la IA al personal de seguridad se eliminan automáticamente al cabo de 30 días. Es posible disminuir esta duración a petición de los comerciantes usuarios del programa.
Como se ha indicado, la IA no se interesa por los rostros de los clientes. Por lo que no es posible reconocer a las personas que frecuentan regularmente la tienda.
La IA no puede indicar a un comerciante la identidad de una persona que frecuenta su tienda, ni incluso poner en marcha una búsqueda de identificación gracias a un archivo de cliente.
Como conclusión, es posible combinar seguridad y respeto de la privacidad de los clientes en una tienda. Sin embargo, la instalación de cámaras debe cumplir la normativa y la ley. Los programadores de IA utilizados como parte de la videovigilancia de las tiendas están muy concienciados de que es obligatorio proteger los datos personales. De esta manera, recurrir a la IA para analizar imágenes es compatible con la privacidad de las personas, ya que no permite, en ningún caso, identificarlas: esta tecnología atañe a los gestos del robo y no a los rostros de las personas.